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La Revolución Paulowniana


Árbol de Paulownia

Las Paulownias son unos árboles de origen asiático de la familia de las Paulowniaceae, pertenecientes al orden de las lamiales. Su nombre se debe en honor a la Gran Duquesa Ana Pavlovna de Rusia, hija del Zar Pabo I de Rusia. Estos árboles son caducifolios, de grandes hojas distribuidas en pares opuestos en las ramas y de rápido crecimiento, ya que pueden alcanzar los 4 metros y medio en un año y pueden llegar a medir hasta 25 metros de altura. En primavera crecen las flores formando largos racimos y con una corola tubular púrpura. El fruto de las Paulownias es una cápsula contenedora de las semillas.
            Esta planta tiene una gran capacidad de adaptación a diferentes tipos de suelos y climas. Precisa de mucha luz y que el nivel freático del suelo sea bajo, ya que extiende sus raíces de manera vertical y profunda y con un encharcamiento permanente se pueden pudrir.
            Dentro de la familia de las Paulowniaceae y dentro del único género de esta familia (Paulownia) encontramos 23 especies diferentes, de las que hay que destacar por su uso decorativo o para la obtención de madera Paulownia tomentosa¸ Paulownia elongata y Paulownia fortunei.
            Uso como madera

Kiri. Madera de Paulownia

            La madera del árbol de Paulownia es de muy buena calidad. Comercialmente se conoce con el nombre de kiri y se usa para hacer todo tipo de muebles, molduras, enchapados e incluso cuerpos de guitarras de bajo coste. El kiri es pálido, liviano pero resistente y es de baja densidad, lo que lo convierte también en un buen aislante. Además, el kiri es impermeable, lo que hace que sea ideal para exteriores e incluso para la construcción artesanal de tablas de surf.
            Una de las propiedades que hace que esta madera sea tan utilizada es el sistema de cultivo, que produce troncos rectos y sin nudos. Así mismo, una gran ventaja del uso de las Paulownias en la obtención de madera es su rápido crecimiento y la fácil regeneración una vez hecha la tala (cada 2 o 3 años), además de la facilidad de descorteza de los troncos y su rapidez en el secado.
            Usos como biomasa
            La madera del árbol de Paulownia se puede usar como biomasa para la obtención de energía eléctrica en centrales térmicas. La búsqueda de nuevas fuentes energéticas es una de las prioridades para poder encontrar un futuro sostenible a la agricultura. Es por eso que en los últimos años se están investigando nuevos métodos que garanticen una estabilidad y renovación en los cultivos.
            La adaptación a diferentes suelos, el rápido crecimiento, así como su gran poder calorífico convierten la Paulownia en una gran candidata para la producción de biomasa. Hay que recalcar que la madera de kiri contiene unos niveles muy bajos de cloro, azufre y sodio, de tal manera que su combustión produce muy pocas emisiones. A estas ventajas se le puede sumar el hecho de que las cenizas obtenidas de su combustión pueden ser usadas como abono para la agricultura, gracias a su alto contenido en potasio.
            Los cultivos de Paulownia ayudan en la reducción del efecto invernadero, por un lado por la reducción de las emisiones de CO2 en su combustión en comparación con los combustibles fósiles, y por otro lado por la emisión de grandes cantidades de O2 y la absorción de 10 veces más CO2 que otro árbol, durante el cultivo propiamente dicho.
            Uso en la recuperación de suelos
            Los árboles de la especie Paulownia tienen la capacidad de recuperar suelos ecológicamente dañados, así como también ayudar en la repoblación de bosques después de un incendio. Paulownia es un sistema de fitoremediación: es capaz de filtrar los contaminantes del suelo a medida que ascienden por su sistema vascular; además, incrementa el contenido orgánico de los suelos degradados con la caída de sus hojas, que se descomponen rápidamente y enriquecen el suelo de nitrógeno.
            Para la recuperación de zonas forestales, aunque se podrían usar esquejes u otros sistemas de propagación vegetativa, se utiliza el sistema de micropropagación o división de meristemos. Con este sistema se clonan individuos seleccionados por su rapidez de crecimiento y se consigue de este modo homogeneidad en la nueva plantación.
            Información complementaria sobre Paulownia
            Los árboles de Paulownia siempre han sido muy populares en todo Ásia como plantas ornamentales y como cortavientos. Las hojas se pueden usar como forraje para el ganado, en preparaciones para combatir los parásitos intestinales y también sirven para preparar un té rico en proteínas y nitrógeno. En cuanto a las flores, a parte de poder usarse en ensaladas, se pueden utilizar para la fabricación de una miel dulce y ligera.
            En China se conoce a este árbol como el “árbol Fénix” ya que después de cortarlo renace rápidamente de las raíces preexistentes. Según la mitología, esta ave Fénix que resurge de las cenizas, se posa sólo en las ramas del árbol de Paulownia y obtiene la inmortalidad bebiendo el rocío de sus flores.
Representación del ave Fénix  y el árbol de la Paulownia


           Todos los indicios apuntan a que éste árbol podría ser un gran recurso en la mejora de los terrenos así como en la reducción de la contaminación. Ahora bien, no es oro todo lo que reduce, y hay que tener en cuenta que la introducción de cualquier  especie en un ecosistema ajeno puede causar desequilibrios importantes. Y con el árbol de Paulownia ya ha sucedido, ya que resulta ser una especie invasora en la zona del sureste de Estados Unidos, donde se introdujo como planta ornamental. Es necesario pues, actuar con cautela y estudiar bien las consecuencias de las posibles soluciones. De hecho, el inicio de las pruebas de cultivos de Paulownia en España para uso energético tuvo una cierta difusión mediática, pero apenas se ha vuelto a sentir nada acerca de los resultados.

Marta (Zoe)